Historias de vampiros 132 La Furia del Licántropo

Desde lo alto del helicóptero, Vambertoken observaba el despliegue con una sonrisa fría en su rostro. La nueva arma que había moldeado, Drex, se estaba mostrando cada vez más poderosa. El vampiro disfrutaba viendo cómo sus planes se desarrollaban a la perfección. El poder del tótem no solo no estaba destruyendo a Drex, sino que lo estaba transformando en algo más grande, más fuerte. Una fuerza imparable en el campo de batalla.

Los vampiros caían como moscas, y cada muerte era una prueba de que su inversión en Drex había valido la pena. La Purga tenía ahora una verdadera arma contra Ragnarok, y con Drex liderando las ofensivas, la guerra se inclinaba a su favor.

Cuando finalmente todo estuvo bajo control, Vambertoken se volvió hacia Tatiana, que estaba mirando la escena con una mezcla de alivio y preocupación. Sabía lo que el vampiro iba a decir antes de que abriera la boca.

—Nos vemos en la tarde, Tatiana —dijo Vambertoken con una sonrisa—. Tenemos una clase de magia arcana pendiente.

Tatiana había pasado el resto del día tratando de recuperar el aliento tras la misión en el Canal de Panamá. El éxito de la operación había sido incuestionable, pero no podía sacudirse el peso de lo que había presenciado. Drex se había transformado en algo mucho más salvaje, más poderoso. El collar de las cinco capas que colgaba de su cuello parecía latir con una energía propia, recordándole que su lucha no había terminado. Aún quedaba mucho por hacer para controlar el tótem.

Esa tarde, Vambertoken había organizado una clase especial para Tatiana. Pero esta vez, no estaría sola. El padre de Auxplex, Ixplex, el antiguo líder de los chamanes del Perú, estaba en camino para unirse a ellos. Él, junto a Vambertoken, le enseñaría cómo controlar las fuerzas arcanas del collar y el tótem, y cómo utilizar esas energías para apoyar a Drex en el campo de batalla.

Tatiana tenía una relación compleja con Ixplex. Aunque le estaba agradecida por todo lo que había hecho, especialmente por ayudar a desarrollar el collar que mantenía bajo control el poder destructivo del tótem, también compartían un pasado que estaba envuelto en misterios prohibidos. La última vez que habían estado juntos, habían entrado en Paititi, un lugar del que nadie debía hablar. Fue allí donde Tatiana había visto cosas que desafiaban la comprensión, y donde habían conseguido el agua de la fuente sagrada que había salvado la vida de Drex.

Cuando Ixplex llegó, lo hizo con una calma que solo los chamanes de su rango podían mantener. Su presencia imponía respeto, no solo por su sabiduría, sino por el poder silencioso que irradiaba. Era un hombre mayor, con cabellos largos y grises, pero con una mirada tan penetrante que parecía ver a través del alma de cualquiera que estuviera frente a él.

—Tatiana —saludó Ixplex con una leve inclinación—. Vambertoken me ha hablado de tu progreso. Hoy aprenderás más sobre la magia que te rodea.

Tatiana asintió, sintiendo cómo el peso del collar en su cuello parecía volverse más tangible en ese momento.

Vambertoken estaba sentado en un antiguo sillón de cuero, observando con interés cómo comenzaba la lección. A su lado, el aire se sentía denso, cargado de una energía que solo aquellos familiarizados con la magia arcaica podían percibir.

—Lo que tienes en tu cuello —comenzó Ixplex, señalando el collar de cinco capas— no es solo un contenedor. Es una llave. Contiene parte del poder del tótem, pero también es una herramienta para controlarlo. El problema, como has visto, es que el poder del tótem nunca se puede contener por completo. Es antiguo, de una era pre diluviana, y su fuerza va más allá de lo que la mayoría de las magias modernas pueden comprender.

Tatiana asintió, recordando las palabras de Vambertoken. Sabía que esto iba mucho más allá de lo que podía controlar por sí sola. Necesitaba aprender a usar la magia arcana, a entender la conexión entre el collar y el tótem, para poder apoyar a Drex cuando su poder comenzará a escapar de los límites.

—Lo primero que debes entender —continuó Ixplex— es que la magia pre diluviana, sin importar si es atlante o mesoamericana, tiene un patrón similar. Se basa en el equilibrio entre el poder y el sacrificio. Controlar este poder no se trata solo de contenerlo, sino de permitir que fluya de manera controlada. Si intentas reprimirlo demasiado, destruirá a Drex desde dentro. Si lo liberas sin control, lo consumirá todo.

Tatiana sintió un escalofrío al escuchar esas palabras. Sabía que Drex había estado cerca de ser devorado por el tótem antes, y ahora entendía mejor por qué.

Ixplex extendió una mano hacia Tatiana, pidiéndole que se acercara. Tatiana, aunque algo inquieta, obedeció. Sentía la conexión con el collar intensificarse a medida que Ixplex comenzaba a trazar símbolos en el aire con sus dedos. El aire alrededor de ellos se volvió más pesado, como si una fuerza invisible se estuviera concentrando en ese lugar.

—El collar de cinco capas está hecho para regular el flujo del poder del tótem —explicó Ixplex—. Cada capa tiene su propia función, y lo que aprenderás hoy es cómo utilizar cada una de ellas para influir en Drex cuando lo necesite.

Vambertoken observaba en silencio, con una ligera sonrisa de satisfacción en su rostro. Sabía que Tatiana era la clave para controlar a Drex, para asegurarse de que el poder del tótem no los destruyera a ambos.

—La primera capa —dijo Ixplex, tocando el centro del collar— es la capa de contención. Es la más básica, la que mantiene el poder del tótem dormido en la mayoría de las ocasiones. Pero no puede hacerlo sola. Si el poder comienza a filtrarse, es la segunda capa la que actúa.

Tatiana sintió una pequeña vibración en el collar cuando Ixplex habló de la segunda capa. Era como si el artefacto respondiera a sus palabras.

—La segunda capa es la de absorción —continuó Ixplex—. Cuando el tótem intenta liberar demasiado poder, esta capa lo absorbe y lo redirige hacia Drex, pero de manera controlada. Es un intercambio de energía, uno que le permite a Drex mantener su forma humana cuando está al borde de perder el control.

Tatiana asintió, comprendiendo ahora por qué Drex había podido mantener su humanidad en las últimas batallas, incluso cuando el poder del tótem amenazaba con devorarlo.

—Las otras capas están diseñadas para actuar como barreras adicionales —dijo Ixplex, trazando más símbolos en el aire—. Pero hoy nos enfocaremos en estas dos. Son las más importantes. Con el tiempo, aprenderás a manipular las otras, pero por ahora, tu tarea es dominar estas primeras.

Tatiana cerró los ojos, siguiendo las instrucciones de Ixplex. Sentía el peso del collar como nunca antes, pero también sentía algo más: una conexión más profunda con Drex. Podía sentir su energía fluyendo a través del collar, como si estuvieran unidos por algo más que el amor y el compromiso. Era un vínculo de poder.

—Cuando estés en el campo de batalla —dijo Ixplex en voz baja—, tendrás que prestar atención a Drex. Sentirás cuando el poder del tótem empiece a salirse de control. Cuando eso ocurra, debes activar la segunda capa. Permite que el poder fluya hacia él, pero en pequeñas dosis. Controla el flujo, no lo reprimas del todo.

Tatiana abrió los ojos, sintiendo una nueva confianza dentro de sí misma. El control sobre el collar no era solo una cuestión de poder, sino de equilibrio. Y ahora, gracias a Ixplex, entendía mejor cómo mantener ese equilibrio.

—Gracias —dijo Tatiana, su voz suave pero firme. Sabía que este era solo el comienzo, pero estaba lista para el desafío.

Ixplex asintió, satisfecho con su progreso.

—Nos veremos de nuevo, Tatiana. Esta no será la última vez que necesites mi ayuda. Pero por ahora, has dado el primer paso.

Vambertoken se levantó de su asiento, su sonrisa ahora más amplia.

—Tienes clase de magia arcana esta tarde —le recordó—. No llegues tarde.

Tatiana asintió, sabiendo que el verdadero desafío apenas comenzaba.

Gracias por acompañarnos en este viaje al terror. ¡Nos vemos en el próximo episodio!”