Cuentos de terror 95 El Último Sacrificio

Esa confesión, aunque impactante, no cambió el destino final. Drex, con el poder del tótem a su disposición, invocó una última ola de espectros que rodearon al líder sectario, golpeándolo con una furia incontrolable.

—¡Por Tatiana! —rugió Drex, canalizando toda su energía en un golpe final que atravesó las defensas del líder y lo destruyó por completo.

El cuerpo del líder sectario se desintegró en un torbellino de energía oscura, disipándose en el aire mientras el demonio que lo habitaba soltaba un grito desgarrador antes de ser arrastrado de vuelta a los confines del inframundo.

El Fin del Ritual.

Con el líder sectario derrotado y el ritual detenido, Drex cayó de rodillas, exhausto y agotado por el uso descomunal del tótem. El poder que había utilizado lo había dejado en un estado frágil, y su cuerpo apenas podía mantenerse en pie.

Tatiana, que había estado dirigiendo las fuerzas de Oricalco, corrió hacia él, su rostro lleno de preocupación.

—Drex, ¡resiste! —dijo, arrodillándose a su lado.

El cuerpo de Drex estaba temblando, y su piel, antes fuerte y resistente, ahora parecía pálida y desgastada. Tatiana sabía que el uso del tótem había tenido un costo terrible.

—No puedo… —murmuró Drex, apenas consciente—. El tótem… me está matando…

Tatiana, sintiendo que la vida de Drex se desvanecía lentamente, no supo qué hacer. El tótem, un artefacto oscuro y peligroso, había otorgado a Drex un poder inimaginable, pero ahora estaba drenando su vida.

—No te dejaré morir aquí —dijo Tatiana con firmeza, aunque por dentro se sentía aterrada.

Con manos temblorosas, sacó su comunicador y marcó el número de Alexia. Necesitaba respuestas, y las necesitaba rápido. Si había alguien que podía entender lo que estaba sucediendo, esa era Alexia, la antigua dueña del tótem.

—Alexia, necesito tu ayuda —dijo con urgencia cuando la llamada fue contestada.

La voz de Alexia al otro lado de la línea era tranquila, casi demasiado tranquila considerando la situación.

—Sabía que esto podía pasar. El tótem siempre fue peligroso, Tatiana. ¿Cómo está Drex? —preguntó Alexia, aunque Tatiana sintió que ya sabía la respuesta.

—Está al borde de la muerte —respondió Tatiana con frustración—. El tótem está drenando su vida. ¿Cómo puedo detenerlo?

Hubo una breve pausa al otro lado de la línea antes de que Alexia hablara nuevamente, y esta vez su tono era más serio, incluso sombrío.

—Tatiana, el tótem es un artefacto antiguo y oscuro. No puedes simplemente quitarle su poder. Ahora está vinculado a Drex de una manera que no se puede romper fácilmente.

Tatiana sintió que el pánico comenzaba a crecer dentro de ella.

—¿Qué estás diciendo? ¿Que no hay forma de salvarlo?

—Hay una forma —dijo Alexia lentamente—, pero debes entender una cosa. El tótem le otorga a Drex poder, un poder inmenso, pero también tiene un costo. Cuantos más corazones consuma, más fuerte se volverá, pero si deja de alimentarse… el tótem empezará a reclamar su deuda. Si Drex no sigue alimentando al tótem, volverá a este estado, y eventualmente, el tótem lo consumirá por completo.

Tatiana sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras de Alexia. El tótem, que parecía ser la única forma de salvar a Drex y darle poder para enfrentar los desafíos que venían, también era una trampa mortal.

—¿Cuántos corazones? —preguntó Tatiana, su voz apenas un susurro.

—No hay un número fijo —respondió Alexia—. Cada vez será más. Al principio, podría ser un corazón cada semana, luego cada día… hasta que el hambre del tótem se vuelva insaciable.

Tatiana apretó los dientes. El peso de lo que Alexia estaba diciendo la golpeaba con fuerza. Drex se había atado a un poder oscuro que, tarde o temprano, lo destruiría si no encontraba una manera de controlarlo.

—Entonces, ¿qué puedo hacer ahora? —preguntó finalmente, sabiendo que el tiempo se agotaba para Drex.

—Por ahora, puedes contener la energía del tótem temporalmente, pero no podrás detenerlo del todo. Necesitas un objeto con una conexión mágica para transferir parte de la energía y aliviar la carga sobre Drex. Solo será una solución temporal —respondió Alexia.

Tatiana rápidamente comenzó a buscar algo que pudiera servir. Encontró el medallón oscuro que colgaba del cuello de uno de los sectarios caídos. El artefacto, cargado de energía demoníaca, parecía lo suficientemente fuerte para absorber parte del poder del tótem, al menos por un tiempo.

—Tengo algo —dijo Tatiana, mientras comenzaba a dibujar los símbolos de protección en el suelo alrededor de Drex.

—Bien. Ahora, transfiere la energía lentamente. Si lo haces demasiado rápido, podrías desencadenar una reacción en cadena que podría matarlo de inmediato —instruyó Alexia.

Tatiana, con manos temblorosas pero decididas, comenzó el proceso. Sostuvo el tótem en una mano y el medallón en la otra, concentrándose en redirigir la energía oscura que fluía del tótem. Poco a poco, la oscuridad comenzó a moverse del cuerpo de Drex al medallón, pero el proceso era agotador.

El sudor corría por su frente mientras mantenía su concentración. Sabía que un solo error podría costarle la vida de Drex.

El Despertar y la Verdad Oscura del Tótem.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el tótem dejó de brillar con tanta intensidad, y la respiración de Drex comenzó a estabilizarse. Había sobrevivido, pero apenas. La energía transferida al medallón le había dado algo de tiempo, pero el vínculo con el tótem seguía intacto.

Tatiana dejó escapar un suspiro de alivio, pero sabía que esto era solo el principio de un desafío aún mayor.

—Tatiana, escucha con atención —dijo Alexia—. Drex está vinculado al tótem, y ese vínculo solo se fortalecerá con el tiempo. Como te dije antes, deberá alimentarlo constantemente con corazones humanos. Cuanto más use el tótem, más hambre tendrá, y más difícil será romper el ciclo.

Tatiana sintió que un frío recorrió su columna vertebral.

—¿No hay forma de romper el vínculo? —preguntó, con la esperanza de una respuesta distinta a la que temía.

—No sin consecuencias graves —respondió Alexia—. Si intentas romper el vínculo antes de que el tótem esté saciado, podrías matar a Drex. Además, cada vez que utilice el tótem, su propia naturaleza licántropa se verá más afectada. Se volverá más… voraz, más impulsado por sus instintos más oscuros.

Tatiana apretó los dientes, sintiendo el peso de lo que esto significaba. El tótem le había salvado la vida a Drex, pero lo había encadenado a una maldición que eventualmente lo destruiría si no encontraba una manera de manejarlo.

—¿Qué hago entonces? —preguntó, sabiendo que no había una respuesta fácil.

Alexia suspiró al otro lado de la línea.

—Tienes que estar preparada. Drex necesitará corazones para mantener el control, pero eso solo lo llevará más cerca del abismo. Si en algún momento decides que no puedes permitir que el tótem lo consuma por completo, deberás romper el vínculo, pero debes entender que hacerlo podría matarlo o convertirlo en algo mucho peor.