El cazador de almas perdidas – Creepypasta 222. Cuentos de Hombres Lobos
La Confesión Controlada.
Fabián entró en la sala insonorizada, consciente de cada paso que daba. No había espacio para errores, ni siquiera para una mínima duda. Vambertoken ya sabía todo sobre el plan, lo había autorizado, pero ahora quería cada detalle, cada palabra, cada mínima acción que Fabián hubiese ejecutado para asegurarse de que todo estuviera bajo control.
Vambertoken, imperturbable como siempre, lo observaba con sus ojos fríos y calculadores desde el trono oscuro en el que se encontraba sentado. A su lado, como siempre, Asha—su Kadupul—sonreía con un toque de crueldad, disfrutando del poder que ejercía sobre cada alma en la sala. Y, a la sombra, María, bajo la voluntad de Asha, permanecía inmóvil, atrapada en su propia prisión mental.
Fabián se inclinó ante Vambertoken, manteniendo su humildad intacta. Sabía que su devoción era lo que mantenía a María a salvo, lo que lo mantenía a él mismo vivo.
—”Dame los detalles, Fabián,” dijo Vambertoken en su tono frío y calculador. “Ya me contaste el plan. Ahora quiero saber qué hizo Andrés, cómo reaccionó, y si hay alguna fisura en su lealtad. No me gusta la incertidumbre.”
Fabián respiró hondo y comenzó a hablar, sin atreverse a omitir ni un solo hecho.
—”Andrés aceptó todo tal y como lo habíamos planeado, Vambertoken,” explicó Fabián, manteniendo su mirada baja. “Está convencido de que esta es su cruzada final. Cree que su misión es seguirme, convertirse en mi escudero y ganar tu confianza solo para, en su mente, traicionarte más adelante. No tiene ni la más mínima sospecha de que todo esto es parte de nuestro propio juego.”
El vampiro asintió, satisfecho con lo que escuchaba. Era claro que todo iba según el plan.
—”¿Y cuál fue su reacción cuando mencionaste a Steven?” preguntó Vambertoken, aunque ya sabía la respuesta.
—”Mostró un profundo dolor y un deseo de venganza,” dijo Fabián. “Lo usé a mi favor. Le hice creer que Steven murió porque no se dejó corromper por ti, lo que incrementó su devoción hacia mí. Ahora está convencido de que su única salvación es seguirme y esperar el momento adecuado para ‘derrotarte’.” Fabián no podía evitar sentir un pequeño nudo en el estómago cada vez que mencionaba la mentira. Pero sabía que era necesario. Era por María. Era por la Purga.
Asha soltó una pequeña carcajada.
—”Qué divertido,” murmuró ella, acariciando el brazo de Vambertoken. “Mi Seraph, el fanatismo a veces puede ser un arma tan afilada, ¿no lo crees?”
Vambertoken asintió levemente.
—”El plan avanza bien,” dijo, finalmente levantándose de su trono. “Has hecho bien, Fabián. Pero asegúrate de que no haya fallos. Si Andrés sospecha algo, si tiene la más mínima duda, no solo caerá él. Todos caerán, incluyéndote. Y no querrás que María sufra las consecuencias de tu error, ¿verdad?”
Fabián negó con la cabeza rápidamente, con el sudor comenzando a acumularse en su frente. Sabía que Vambertoken no jugaba con esas amenazas. Si algo salía mal, María pagaría el precio.
—”No fallaré, Vambertoken,” dijo Fabián, con firmeza. “Me aseguraré de que Andrés siga creyendo en su misión hasta el final.”
—”Bien,” dijo el vampiro, su tono frío pero satisfecho. “Ahora tráelo aquí.”
Fabián se inclinó una vez más y salió de la sala para traer a Andrés.
Cuando Andrés Rojas entró, lo hizo con la cabeza alta, aunque el ambiente lo hacía estremecerse. Estaba convencido de que su misión lo llevaría a la gloria eterna, a pesar de estar frente al vampiro más poderoso que jamás había imaginado. Drex y Oscar lo escoltaron, aunque sabían que su presencia era solo una formalidad. Nadie podía hacerle daño a Vambertoken, ni siquiera el cazador más devoto como Andrés.
—”Andrés Rojas,” dijo Vambertoken, evaluando al cazador con una mirada fría. “Desde este momento, tu vida me pertenece. Y si fallas en cumplir mis expectativas, si haces algo que no me agrade, te aseguro que tu destino será peor que el de Steven.”
Las palabras de Vambertoken retumbaron en la mente de Andrés. Sintió el peso del poder del vampiro sobre él como una carga que aplastaba su alma. Pero, aun así, su fe en Fabián lo mantenía de pie.
—”Lo entiendo, señor,” dijo Andrés, con voz temblorosa pero firme. “Cumpliré con mi deber.”
Fue entonces cuando Asha se levantó, con esa sonrisa perturbadora en su rostro, y María, bajo su voluntad, se acercó a Andrés.
—”Quiero que nunca olvides a quién sirves ahora,” dijo Asha suavemente, pero su voz estaba cargada de maldad. “Para que siempre lo recuerdes… María va a implantar un recuerdo en ti. Uno que te hará recordar que ahora eres una cosa, una propiedad de mi Seraph.”
María, sin emoción alguna, comenzó a implantar el recuerdo de Drex devorando el corazón de Andrés 350 veces, cada vez que fuera a dormir, recordándole su lugar.
—”Y,” agregó Asha, “también te dejaré el dolor de Fabiola en la mente. Por si acaso decides portarte mal.”
Andrés no entendía lo que estaba pasando. Su fe lo había llevado hasta ese momento, pero el horror que sentía era innegable. Aun así, no retrocedió. Sabía que todo esto era parte del plan divino, y debía soportarlo para cumplir con su misión.
Vambertoken sonrió con satisfacción mientras veía cómo su esposa y María aseguraban que Andrés Rojas jamás se saliera del plan. Para él, todo esto era un paso más en sus oscuros designios. Cada día, su poder crecía, y cada día, veía más potencial en Fabián. No solo era un peón útil por su conexión con María; ahora, era un agente importante en su juego inmortal.
—”Bienvenido a la Purga,” dijo Vambertoken, con una última sonrisa maligna.
Fabián y Andrés salieron de la sala de reuniones de Vambertoken, sus pasos resonaban con un eco pesado en los pasillos oscuros de la sede de la Purga. Andrés mantenía el rostro rígido, aunque su mente era un caos. Lo que acababa de vivir en presencia de Vambertoken había sido indescriptible. Jamás había sentido tanto poder concentrado en un solo ser, y lo peor de todo, no había manera de huir de su presencia. Sabía que ahora pertenecía al vampiro, pero aún no entendía del todo lo que eso implicaba.
Andrés miró a Fabián, buscando alguna señal de tranquilidad. Su nuevo maestro, el Caballero Santo, siempre había mostrado un inquebrantable sentido de calma y fe. Pero incluso Andrés podía notar una ligera tensión en los ojos de Fabián.
—”Fabián,” comenzó Andrés, su voz cargada de incertidumbre. “¿Qué significa exactamente eso que me dijeron? Lo de los recuerdos… No entiendo.”
Fabián suspiró profundamente. Sabía que este momento iba a llegar y que debía ser sincero con Andrés. Había hecho un pacto, había mentido, pero ahora debía ser brutalmente honesto para que Andrés comprendiera la gravedad de su situación.
—”Lo que Asha y Vambertoken te han hecho,” dijo Fabián, eligiendo cuidadosamente sus palabras, “es mucho más que una advertencia. Es un castigo eterno que llevarás cada vez que cierres los ojos para descansar. Cada noche, Andrés, revivirás lo que yo mismo vi cuando Drex se conectó con el tótem. Verás cómo se devora 350 corazones… y, en cada uno de esos sueños, tú serás la víctima.”
Andrés se quedó paralizado, su mente procesando lentamente lo que Fabián acababa de decirle.
—”¿Yo…?” —balbuceó Andrés—. “¿Voy a sentir eso? ¿Cada vez que duerma?”
Fabián asintió, su rostro grave.
—”Sí,” continuó Fabián. “Cada vez que cierres los ojos, revivirás el dolor de esos rituales. Sentirás cómo tu corazón es arrancado de tu pecho, una y otra vez. Es el precio por ser parte de este plan, Andrés. No solo debes aparentar, debes sentir el horror de lo que enfrentamos, cada maldito día.”
Andrés sintió que el suelo se desvanecía bajo sus pies. Jamás había imaginado que la misión sería tan terrible. Pero su fe en Fabián era aún más fuerte que su miedo. Si Fabián podía soportar la oscuridad, él también lo haría.
—”Y lo de Fabiola…” —comenzó Andrés, recordando lo que Asha había mencionado.
Fabián respiró hondo de nuevo. Sabía que debía ser aún más cuidadoso con este tema.
—”Eso es lo peor,” confesó Fabián. “Fabiola… fue alguien que Asha destruyó por completo. Ahora es Olfuma, una herramienta de Vambertoken. Y si te portas mal, si haces algo que a Asha no le guste, sentirás lo que Fabiola sintió cuando fue convertida en lo que es ahora. Su dolor, su sufrimiento… todo lo que experimentó en su transformación, será tuyo.”
Andrés sintió un frío en la espalda. Su devoción y fe comenzaban a tambalearse ante la magnitud de lo que estaba escuchando.
—”Pero…” —titubeó—. “¿Puedo conocer a Olfuma? Tal vez… si la veo, podré entender mejor lo que me espera.”
Fabián asintió. Sabía que Andrés debía conocer a Olfuma y enfrentarse a la realidad de lo que significaba ser parte de este mundo. Decidió llevarlo a donde estaba ella, bajo la estricta vigilancia de Tatiana.
Un Encuentro con el Pasado.
Cuando llegaron, Fabián llamó a Olfuma, quien apareció con una sonrisa cálida y amigable. No era ni una sombra de lo que alguna vez fue Fabiola. Su rostro irradiaba una especie de inocencia perturbadora, una mente completamente limpia de recuerdos y sufrimientos.
—”Andrés, te presento a Olfuma,” dijo Fabián, haciendo un gesto para que Andrés se acercara. “Ella fue Fabiola, una bruja poderosa, pero ahora… ahora es algo más.”
Andrés observó a Olfuma, incapaz de conectar lo que veía con las palabras que Fabián le había dicho antes. No podía imaginar cómo alguien tan aparentemente dócil podría haber sido el resultado de una tortura tan intensa.
—”No parece… tan terrible,” murmuró Andrés, con confusión.
Fabián sonrió amargamente.
—”Porque ya no recuerda nada. Pero el dolor que sufrió sigue ahí, latente. Asha le implantó esos recuerdos para que los reviviera si se porta mal. Y es lo que te hará a ti, Andrés, si no cumples con lo que te piden.”
Olfuma, ajena a la conversación, le sonrió a Andrés, intentando hacer un nuevo amigo como siempre había hecho desde que se había convertido en la herramienta de Asha.
—”Hola,” dijo suavemente. “Fabián es un gran amigo. Espero que podamos ser amigos también.”
Andrés, aún aturdido, apenas pudo devolverle la sonrisa. La realidad de lo que Fabián le había explicado comenzaba a asentarse en su mente, y entendía que su devoción lo había llevado a un camino del cual no habría retorno. Pero debía ser fuerte, debía seguir adelante.
—”Sí… amigos,” dijo Andrés, con una mezcla de temor y aceptación.
La Prueba Final: Drex.
Fabián llevó a Andrés a encontrarse con Drex, tal como había prometido. Sabía que Andrés debía conocer a la criatura que dominaría sus pesadillas durante el resto de su vida. Cuando llegaron, Drex los esperaba, su figura imponente y sombría era suficiente para intimidar incluso al más valiente de los hombres.
—”Drex,” dijo Fabián, presentando a Andrés. “Este es el hombre que será parte de nuestro equipo. Y… el hombre que verá tus rituales cada noche en sus sueños.”
Drex no respondió de inmediato, su mirada penetrante recorriendo a Andrés. Andrés sintió un nudo en el estómago, el temor de lo que había escuchado sobre los rituales y el tótem, pero también sabía que debía ganarse la confianza de Drex.
—”Espero que estés preparado,” fue lo único que dijo Drex, su tono seco y sin emociones.
Andrés, incapaz de articular una respuesta adecuada, solo asintió. Sabía que no había marcha atrás. Estaba atrapado en una misión que iba más allá de lo que cualquier hombre podría soportar, pero su fe en Fabián, y en el plan que él le había mostrado, lo mantenía firme.
Cuando Fabián y Andrés se despidieron, Andrés sabía que la verdadera prueba comenzaría cuando cerrara los ojos esa noche.
Gracias por acompañarnos en este viaje al terror. ¡Nos vemos en el próximo episodio!”
¿Te gustaría disfrutar de este contenido en formato de AUDIO LIBRO GRATIS? Aprovecha!!
Recuerda que siempre puedes volver a consultar nuestros libros en formato de AUDIO LIBRO GRATIS en nuestro canal de Youtube. NO OLVIDES SUSCRIBIRTE
Recibe un correo electrónico cada vez que tengamos un nuevo libro o Audiolibro para tí.
You have successfully joined our subscriber list.
Disfruta GRATIS de los mejores libros para Leer o Escuchar sobre Esoterismo, Magia, Ocultismo.
Disfruta GRATIS de los mejores libros para Leer o Escuchar para los pequeños grandes del mañana.
Disfruta de la historia de Terror más oscura y MARAVILLOSA que está cautivando al mundo.
Retira en Nequi, Daviplata, Tarjetas Netflix, Bitcoin, Tarjeta Visa Prepagada, ETC.