El cazador de almas perdidas – Creepy pasta 149. Historias de Vampiros
Preparativos para la Boda del Milenio.
El aire en la sala estaba cargado de energía. Ixplex, con su calma habitual, trazaba figuras en el aire con sus manos mientras recitaba palabras en un idioma que Tatiana no comprendía del todo, pero que resonaba en su mente como un eco antiguo, profundo, y cargado de poder. Era el tercer sello, la última etapa del entrenamiento que Tatiana había estado esperando con tanto temor. Esta vez, el control del tótem dependería tanto de ella como de Drex, y cualquier fallo podría llevar a consecuencias catastróficas.
Ixplex observaba con atención mientras Tatiana seguía sus movimientos. El tótem emitía una energía oscura que apenas lograba contenerse. El sudor caía por su frente mientras Tatiana intentaba conectar sus propias energías con el tótem. Sabía que, al hacerlo, su fuerza, su convicción, serían las únicas que mantendrían el poder oscuro bajo control. Pero también sabía que, si su resolución flaqueaba, el tótem la consumiría a ella y a Drex.
—Tatiana, respira profundo y enfócate —dijo Ixplex con voz firme—. No es solo el poder del tótem lo que debes temer. Debes temerles a tus propias dudas. Si dudas, lo liberarás.
Tatiana cerró los ojos por un instante, sintiendo el peso de las palabras de Ixplex. Ella no podía permitirse dudar. Drex dependía de su fuerza, de su control, y en este momento, el único obstáculo era ella misma. Apretó los puños y liberó su energía hacia el tótem, sintiendo cómo el poder del objeto vibraba, intentando resistir.
Los segundos se sentían como horas. El tercer sello se estaba completando, pero la presión era inmensa. Tatiana sintió que sus piernas flaqueaban, pero en su mente solo estaba la imagen de Drex. No podía fallarle. No ahora.
Finalmente, Ixplex bajó las manos y el aire en la sala pareció calmarse de golpe. El tercer sello había sido completado, pero Tatiana sabía que no era el final. Ahora su vínculo con el tótem la hacía parte del mismo, y cualquier debilidad suya podría poner en peligro a Drex.
—Lo has hecho bien —dijo Ixplex, aunque su tono era serio—, pero no olvides que este sello solo será tan fuerte como tú lo seas. Si vacilas, el tótem te consumirá, y arrastrará a Drex con él.
Tatiana asintió, su respiración aún entrecortada. Sabía que Ixplex tenía razón. La clase había terminado, pero las repercusiones de lo que acababa de hacer no. Su mente no podía dejar de pensar en el poder que acababa de sentir. No era un poder natural, no pertenecía a este mundo. Y eso la asustaba más que cualquier cosa.
En ese momento, Julián y el Maestro Pizarro entraron en la sala. Pizarro, un hombre de mirada intensa y cansada, llevaba consigo el peso de años de estudios antiguos. Había llegado desde Roma en una misión secreta, una misión que no estaba autorizada por el Vaticano. Pero Vambertoken había movido los hilos necesarios para asegurarse de que estuviera allí.
—Maestro Pizarro, gracias por venir —dijo Tatiana mientras intentaba recomponerse.
El Maestro asintió, sabiendo que lo que se le pedía no era una tarea simple. Tatiana se acercó a él, con el libro atlante que le había dado Vambertoken. Sus manos temblaban mientras lo sostenía, sabiendo que este libro podría ser la clave para salvar a Drex. Con la voz quebrada por el cansancio y la desesperación, le habló a Pizarro.
—Maestro… este libro… contiene algo… algo que podría salvarlo. —Tatiana levantó la mirada, sus ojos llenos de súplica—. Por favor, necesito tu ayuda. He intentado todo, pero no sé qué más hacer. El tótem… lo está destruyendo, y no puedo detenerlo. ¡No puedo perderlo!
Pizarro tomó el libro con cuidado, observando las marcas y símbolos en su portada. Sabía que este libro era más antiguo de lo que él mismo había imaginado. Miró a Tatiana, con el rostro lleno de lágrimas que intentaba contener.
—Haré lo que pueda, Tatiana —respondió Pizarro—. Pero debes entender que este conocimiento no es común. Puede que no haya una respuesta fácil, o que no la haya en absoluto. Sin embargo, intentaré descifrar lo que pueda.
Tatiana, al escuchar estas palabras, se sintió aún más pequeña, como si el mundo se cerniera sobre ella. Se arrodilló frente a Pizarro, humillándose de la manera más desgarradora.
—Te lo ruego. Si hay algo… lo que sea. Por favor, ayúdame a salvarlo. Haré lo que sea necesario.
Pizarro la miró con seriedad, conmovido por la desesperación de la joven. Sabía que Tatiana no solo buscaba una respuesta, sino también redención. Pero no era tan sencillo.
—Levántate, Tatiana. Haremos todo lo posible. Pero necesitas mantenerte fuerte por él. No hay tiempo para debilidades ahora.
Mientras tanto, en otra sala, Drex se acercaba a Julián. Había notado la tensión en Fabián y María desde la cacería, y sabía que había llegado el momento de que Julián hablara con ellos.
—Julián, sé que no será fácil, pero necesitas hablar con ellos. Ellos están… destruidos. Yo no puedo hacer más por ellos, tienen que enfrentarlo. Pero tu palabra puede ayudarles más que la mía. Son tus amigos… son tus aliados. —Drex le dijo, su tono algo sombrío pero directo.
Julián asintió. Sabía que Drex tenía razón, pero también sabía lo difícil que sería para Fabián y María. No obstante, tendría que intentar ayudarlos a procesar lo que habían hecho, lo que habían sacrificado.
—Hablaré con ellos, pero no les ocultes lo que has sentido, Drex. Ellos deben saber el precio real de todo esto. —respondió Julián, mirando a su compañero con seriedad.
Drex lo observó, sabiendo que Julián entendía el verdadero costo de cada cacería. No era solo físico, era emocional, mental, y dejaba cicatrices que jamás desaparecerían.
La clase con Ixplex había terminado, pero la lucha interna de Tatiana solo acababa de comenzar. Con el Maestro Pizarro dispuesto a ayudar, había una pequeña esperanza. Pero esa esperanza estaba rodeada por la sombra del tótem, que amenazaba con consumirlo todo.
Tatiana se encontraba en la sede temporal de la Purga, con las enseñanzas de Vambertoken e Ixplex frescas en su mente. Había estado preparando el momento para activar el tercer sello del collar, uno que no solo requería poder arcano y conocimiento pre-diluviano, sino que dependía enteramente de sus emociones y su control sobre ellas. El tercer sello era especial, porque funcionaba como un filtro. Si ella perdía el control, amplificaría el poder del tótem dentro de Drex, pero si lograba mantener la calma, podría reducir su influencia sobre él a su mínima expresión.
Tatiana sabía lo que estaba en juego. Drex dependía de ella, y cada día que pasaba, el tótem parecía aferrarse más fuerte a su ser, moldeándolo, consumiéndolo. Había aprendido magia arcana bajo la tutela de Vambertoken y runas pre-diluvianas con Ixplex, pero esta tarea era diferente. Esta vez, no era solo magia lo que necesitaba. Era estabilidad emocional, algo que ella sabía que estaba perdiendo poco a poco.
Ixplex, que la había estado guiando, se mantuvo a su lado, sus ojos fijos en ella mientras preparaba el ritual.
—“Tatiana, lo que estás a punto de hacer es más que magia. El tercer sello depende de ti. Si dudas, si dejas que tus emociones te controlen, el poder del tótem se liberará más hacia Drex, y eso podría destruirlo. Pero si logras controlar tus sentimientos, podrías darle a Drex el respiro que tanto necesita,” —dijo Ixplex, con una voz calmada pero firme.
Tatiana respiró hondo, cerrando los ojos mientras trataba de bloquear el miedo que sentía. Pensó en Drex, en todo lo que habían pasado juntos, y en lo mucho que significaba para ella. Él era su razón, su propósito, y sabía que no podía fallarle. Pero también sabía lo difícil que era mantener sus emociones bajo control cuando lo veía sufrir.
Comenzó el ritual, recitando las palabras mágicas que había memorizado bajo la supervisión de Vambertoken e Ixplex. A medida que pronunciaba las runas y los encantamientos, sentía la energía del collar comenzar a moverse. El tercer sello estaba a punto de activarse. Podía sentir el poder del tótem intentando liberarse, pero también sentía cómo sus emociones influían en el flujo de ese poder.
Sus pensamientos se mezclaban: las noches en las que había visto a Drex transformarse, el miedo de perderlo para siempre, y la desesperación por salvarlo. Era como si el tótem se alimentara de sus dudas, de su amor, de su dolor. Sabía que, si cedía a esos sentimientos, Drex lo pagaría con su vida.
—“Tatiana, concéntrate,” —dijo Ixplex—. “Controla tus emociones, usa tu amor por Drex como un ancla. No dejes que el tótem te controle a ti.”
Con cada palabra que pronunciaba, sentía cómo sus emociones luchaban por salir a la superficie. Las imágenes de Drex, consumido por el poder del tótem, la atormentaban, pero cerró los ojos con fuerza, buscando en lo más profundo de su ser la calma que necesitaba para continuar. Sus manos temblaban, pero su mente se aferraba a la idea de salvarlo.
Finalmente, el tercer sello se activó. Tatiana sintió cómo el poder del tótem disminuía. Había logrado reducir su influencia, al menos por ahora. Pero sabía que, con cada sello, el desafío sería mayor.
Antes de que pudiera procesar lo que había ocurrido, Julián y el Maestro Pizarro entraron en la sala. Tatiana, todavía agitada por el ritual, levantó la mirada para verlos.
—“Tatiana, lo lograste,” —dijo Julián, con una sonrisa de alivio—, “pero esto es solo el comienzo. El Maestro Pizarro ha venido desde Roma para ayudarnos con el libro que te entregó Vambertoken.”
El Maestro Pizarro, un hombre de semblante serio, se acercó al antiguo libro que descansaba sobre la mesa. Su expresión era inescrutable mientras lo inspeccionaba.
—“Este libro contiene secretos antiguos,” —dijo Pizarro, mientras sus dedos pasaban por las páginas amarillentas—, “Magia Atlante. No será fácil de descifrar, pero es posible que haya respuestas aquí para ayudar a Drex… si es que podemos entenderlo.”
Tatiana, con el corazón aún latiendo con fuerza tras el ritual, se arrodilló frente a él, desesperada.
—“Por favor, Maestro Pizarro,” —suplicó—, “necesito su ayuda. Este libro es nuestra única esperanza. Drex está perdiéndose más cada día, y yo… no puedo soportarlo. Haré lo que sea necesario, pero por favor, ayúdenos a salvarlo.”
Pizarro la observó durante unos momentos antes de asentir con seriedad.
—“Haré todo lo que esté a mi alcance,” —respondió—. “Pero debes entender que este libro contiene conocimientos antiguos que podrían tener consecuencias inesperadas. Y debes estar preparada para lo que pueda revelar.”
Tatiana asintió, sabiendo que no tenía otra opción. Si había una manera de salvar a Drex, la encontrarían, sin importar el costo.
Gracias por acompañarnos en este viaje al terror. ¡Nos vemos en el próximo episodio!”
¿Te gustaría disfrutar de este contenido en formato de AUDIO LIBRO GRATIS? Aprovecha!!
Recuerda que siempre puedes volver a consultar nuestros libros en formato de AUDIO LIBRO GRATIS en nuestro canal de Youtube. NO OLVIDES SUSCRIBIRTE
Recibe un correo electrónico cada vez que tengamos un nuevo libro o Audiolibro para tí.
You have successfully joined our subscriber list.
Disfruta GRATIS de los mejores libros para Leer o Escuchar sobre Esoterismo, Magia, Ocultismo.
Disfruta GRATIS de los mejores libros para Leer o Escuchar para los pequeños grandes del mañana.
Disfruta de la historia de Terror más oscura y MARAVILLOSA que está cautivando al mundo.
Retira en Nequi, Daviplata, Tarjetas Netflix, Bitcoin, Tarjeta Visa Prepagada, ETC.