Cuentos de terror 96 El Retorno a Auxplex

El cazador de almas perdidas – Creepy pasta 96.

El Retorno a Ausplex.

Drex y Tatiana regresaron al cuartel de la purga en Perú, la aldea de Ausplex, con el peso de los recientes acontecimientos aún fresco en sus mentes. El aire estaba cargado de tensión mientras el equipo completo, liderado por Van Bertochen, los esperaba. Junto a él estaban Fabián, Julián, María, Pizarro, y el resto de los escuadrones de Oricalco, todos ansiosos por saber cómo había sido la misión en la Isla Encanto.

El medallón oscuro, colgado del cuello de Tatiana, brillaba débilmente con una energía siniestra. Dentro de él, una parte de la maldición del tótem permanecía contenida, un recordatorio constante del peligro al que Drex se enfrentaba. Si el medallón se rompía, el poder del tótem sería restaurado por completo, lo que significaba que Drex volvería a caer presa de sus efectos. Tatiana había jurado no liberar ese poder hasta que pudiera romper el vínculo entre Drex y el tótem, aunque sabía que el proceso no sería fácil.

Drex, por su parte, no podía ignorar la creciente hambre que lo asolaba. Aunque había logrado alimentarse de varios corazones en la Isla Encanto, eso solo había incrementado su sed, despertando una bestia interna que lo consumía poco a poco. La presencia del tótem aún lo influía, incluso desde la distancia, y tanto Tatiana como Drex lo sabían.

Tatiana había tomado una decisión firme: escondería el tótem en un lugar seguro, lejos del alcance de Drex. Sabía que cuanto más cerca estaba Drex del artefacto, más fuerte se volvían sus instintos bestiales. Ella lo protegería, aunque eso significara mantener secretos entre ellos.

Tensiones en el Cuartel.

Mientras Drex y Tatiana se adaptaban de nuevo a la vida en la aldea, otras tensiones comenzaban a hacerse evidentes. La relación entre Fabián y María había cambiado. Aunque Fabián intentaba acercarse a María, algo en ella había cambiado desde que regresaron de la Isla Encanto. María, siempre evasiva, usaba la misión en la isla como excusa para su comportamiento extraño, lo que mantenía a Fabián en un estado de confusión constante.

Sin embargo, la verdadera razón del distanciamiento de María iba mucho más allá de lo ocurrido en la Isla Encanto. Mientras todos creían que sus acciones se debían a las secuelas de la misión, María ocultaba un secreto que la consumía. Aunque sus intenciones reales estaban bien escondidas, su comportamiento evasivo comenzaba a despertar sospechas. Tatiana, demasiado enfocada en proteger a Drex, no había notado los cambios en su amiga.

Lía y Óscar, por otro lado, parecían haber desarrollado una relación peculiar. Lía, la vampira fría y distante, había encontrado en Óscar una conexión inusual. Aunque su cercanía levantaba algunas cejas, en medio de las misiones y las tensiones crecientes, nadie parecía darle demasiada importancia.

Van Bertochen, siempre calculador, era el único que parecía verdaderamente satisfecho. Tenía en su poder seis de los siete pilares necesarios para sus planes, y solo uno quedaba en manos de la Muerte Plata, el que se encontraba en las pirámides de Piayandé.