‘El cazador de almas perdidas’. Creepy pasta 32.
El Asalto a Pisac – El Inicio del Fin.
La noche había caído sobre las antiguas ruinas de Pisac, envolviendo el Parque Arqueológico en una oscuridad casi palpable. Las montañas que rodeaban el lugar parecían susurrar secretos antiguos, como si las almas de aquellos que habían habitado esas tierras hace siglos todavía vagaran entre las piedras sagradas. Pero esa noche, algo mucho más oscuro que los recuerdos del pasado había echado raíces en Pisac. La Muerte Plata había convertido este sitio sagrado en su último bastión, y ahora Drex, acompañado por sus aliados de Oricalco y los chamanes peruanos, se preparaba para el asalto final que determinaría el destino de esta antigua orden maligna.
Preparativos para la Batalla
El grupo liderado por Drex se había reunido en un claro a cierta distancia de las ruinas, oculto por la densa vegetación que ofrecían las montañas. Desde su posición elevada, podían ver la estructura principal de Pisac, un complejo de terrazas y templos incas donde los últimos restos de la Muerte Plata se habían atrincherado. La luna llena bañaba el lugar con su luz pálida, iluminando las barreras mágicas que protegían a los enemigos dentro.
Drex observaba la escena con atención, sus ojos barriendo el paisaje mientras evaluaba la situación. Sabía que esta no sería una batalla fácil; la Muerte Plata había reforzado su posición con magia poderosa y tropas en grandes cantidades. Los informes que habían recibido indicaban la presencia de al menos tres barreras mágicas, cada una sostenida por un conjurador y una gema de alma, ambos ocultos en lugares estratégicos. Para romper estas barreras, tendrían que neutralizar a los conjuradores y destruir las gemas, todo mientras enfrentaban las fuerzas letales que la Muerte Plata había reunido.
Auxplex, con su conexión profunda con la naturaleza y los espíritus, estaba en un trance meditativo, susurrando palabras antiguas para invocar la sabiduría de los ancestros. Estaba rodeado por los otros chamanes, Inti, Amaru, Pachacutec y Kuychi, cada uno preparado para canalizar sus poderes en la batalla que estaba por comenzar. Sus rostros eran serios, conscientes del desafío que enfrentaban, pero también confiados en sus habilidades y en el apoyo de los espíritus que los acompañaban.
Los líderes de los escuadrones de Oricalco, Cyrus, Selene, Alecto, Lucius, Valeria y Marius, estaban dispersos entre sus tropas, asegurándose de que cada miembro entendiera sus órdenes y estuviera preparado para el combate. La tensión en el aire era casi tangible, y cada uno de ellos sabía que el éxito de esta misión dependía de la coordinación perfecta entre todos los grupos.
Drex se volvió hacia Auxplex, quien acababa de salir de su trance. El chamán abrió los ojos, que brillaban con una luz interior que hablaba de la conexión profunda que había establecido con las fuerzas de la naturaleza.
—La Muerte Plata está utilizando las energías de Pisac para alimentar sus defensas—, dijo Auxplex, su voz baja pero cargada de poder—. Han corrompido las líneas de energía que recorren este lugar, usándolas para reforzar sus barreras y para potenciar el ritual que ya han comenzado. Si no los detenemos pronto, el daño podría ser irreversible.
Drex asintió, sus pensamientos girando rápidamente mientras formulaba un plan.
—Tenemos que dividirnos—, dijo—. Nuestros escuadrones de Oricalco se encargarán de localizar y neutralizar a los conjuradores que sostienen las barreras. Cada equipo debe encontrar y destruir la gema de alma asociada antes de que podamos avanzar al siguiente anillo de defensa. Mientras tanto, los chamanes y yo nos encargaremos de interrumpir el ritual de la Killa Rawa y enfrentarnos a los hermanos Judgairmon.
Diana, que había estado en silencio hasta ese momento, intervino.
—Debemos ser rápidos y precisos—, dijo, su voz cargada de urgencia—. No podemos permitir que esos bastardos completen el ritual. La Killa Rawa es demasiado poderosa, y si logran utilizarla, no solo Pisac estará en peligro, sino todo lo que hemos jurado proteger.
Tiranus, siempre el estratega, añadió:
—Debemos esperar lo inesperado. Estos dos magos no son como los que hemos enfrentado antes. Su magia arcana afecta tanto a los sobrenaturales como a los humanos, lo que significa que todos somos vulnerables. Tendremos que estar preparados para contrarrestar cualquier cosa que nos lancen.
Drex asintió de nuevo, satisfecho con la evaluación de la situación por parte de sus compañeros.
—Entonces, está decidido—, concluyó—. Cyrus, Alecto y Valeria liderarán los primeros escuadrones hacia la barrera exterior. Selene, Lucius y Marius se encargarán de la segunda barrera. Diana, Tiranus, Auxplex y yo nos infiltraremos en el centro para interrumpir el ritual. Todos sabemos lo que está en juego. Hagámoslo bien.
El Avance Hacia Pisac
Con el plan establecido, el grupo comenzó a moverse. Los escuadrones de Oricalco se dispersaron en formaciones tácticas, avanzando en silencio hacia sus objetivos. Cada guerrero estaba preparado para cualquier eventualidad, sus sentidos agudizados por la adrenalina y la concentración.
Mientras tanto, Drex, Diana, Tiranus y los chamanes se movieron en una línea paralela, siguiendo un sendero oculto que Auxplex había descubierto en sus muchas visitas a las ruinas de Pisac. El camino era traicionero, con rocas sueltas y una pendiente empinada que llevaba directamente a la zona central donde los hermanos Judgairmon habían comenzado su ritual.
A medida que se acercaban, el aire se volvía más pesado, cargado con la energía maligna que la Muerte Plata había canalizado en el lugar. Drex podía sentir cómo la naturaleza misma parecía retorcerse bajo el poder oscuro que se desataba en el ritual. Sabía que el tiempo era limitado. Cada segundo que pasaba, el ritual avanzaba un poco más, y con él, el peligro para todos.
Cuando llegaron a un punto donde podían ver el anillo exterior de la barrera, Drex se detuvo, levantando una mano para indicar que el grupo se detuviera. Desde su posición, podían ver los primeros signos de actividad enemiga. Vampiros Sanguijuela patrullaban la zona, sus cuerpos deformados por la corrupción mágica que la Muerte Plata les había impuesto. Eran criaturas feroces, más instinto que razón, pero letales en combate.
Más allá de ellos, las figuras de los Nigromantes podían distinguirse, encapuchados y rodeados por la energía oscura que manipulaban con destreza. Estos nigromantes eran los responsables de levantar los muertos y de controlar las fuerzas del inframundo, y Drex sabía que no podían subestimarlos. Los habían enfrentado antes, pero nunca en estas cantidades ni con tanta preparación.
—Allí—, susurró Auxplex, señalando una estructura de piedra cerca del borde de la barrera—. El conjurador de la primera barrera está en ese lugar. La gema de alma debe estar cerca.
Drex asintió y se volvió hacia Cyrus, quien lideraba el primer equipo de asalto.
—Es tuyo, Cyrus—, dijo Drex—. Nosotros mantendremos a raya a las tropas enemigas mientras te infiltras y destruyes la gema.
Cyrus, siempre eficiente, asintió y señaló a sus hombres para que tomaran posiciones. Drex observó cómo se movían, sombras en la noche, avanzando con precisión y sigilo. Mientras tanto, él, junto con Diana, Tiranus, y los chamanes, comenzaron a preparar sus propios ataques para desviar la atención de los enemigos.
El Primer Enfrentamiento
Cuando Cyrus y su equipo se acercaron lo suficiente, Drex dio la señal. Inti, el chamán del sol, fue el primero en actuar. Alzó sus manos hacia el cielo y comenzó a recitar un canto antiguo en un idioma que resonaba con el poder del fuego y la luz. En respuesta, una explosión de luz solar envolvió a los vampiros que patrullaban la zona, cegándolos y quemando sus pieles con una intensidad que solo la luz pura podía lograr.
Los vampiros chillaron y se retorcieron, atrapados por la luz que los consumía. Algunos intentaron huir, mientras que otros se lanzaron hacia las sombras en un esfuerzo desesperado por escapar. Pero el daño ya estaba hecho, y su patrulla fue desbaratada en cuestión de segundos.
Aprovechando la distracción, Cyrus y su equipo se lanzaron hacia la estructura de piedra, eliminando a los Nigromantes que se interponían en su camino con una serie de ataques rápidos y letales. Los Nigromantes intentaron levantar a los muertos, pero la velocidad y precisión de los guerreros de Oricalco no les dieron oportunidad de completar sus hechizos.
Mientras tanto, Tiranus utilizó su telequinesis para derribar las trampas que la Muerte Plata había colocado alrededor de la zona. Rocas y escombros volaron por los aires, desactivando los mecanismos ocultos antes de que pudieran activarse contra ellos. Diana, con su velocidad y destreza, se movió como un espectro entre los enemigos, cortando gargantas y neutralizando amenazas antes de que pudieran reaccionar.
El conjurador de la primera barrera, un Nigromante especialmente poderoso, había notado la intrusión y comenzó a lanzar un hechizo para reforzar su posición. Pero Valeria, desde una distancia segura, lanzó un hechizo arcano que interrumpió su concentración. Un rayo de energía azul golpeó al conjurador, desestabilizando su magia y permitiendo que Cyrus y su equipo se acercaran lo suficiente para dar el golpe final.
Con un corte limpio, Cyrus decapitó al Nigromante, y su cuerpo cayó al suelo, desprovisto de vida. Inmediatamente, la barrera mágica parpadeó y comenzó a debilitarse, pero no se desvaneció por completo.
—La gema de alma—, murmuró Drex—. ¡Encuéntrenla y destrúyanla!
Los guerreros de Oricalco se dispersaron, buscando la gema. Fue Alecto quien la encontró, oculta en una cavidad en la pared de la estructura. La gema irradiaba una luz oscura, palpitante, como si contuviera las almas de innumerables seres atrapados en su interior.
—Aquí está—, dijo Alecto, alzando su rifle de alta precisión y apuntando al centro de la gema—. Adiós.
Un disparo resonó en la noche, y la gema se hizo añicos, liberando una explosión de energía que atravesó la barrera mágica, desintegrándola al instante. El primer anillo de defensa había caído.
El Ritual en Marcha
Mientras la primera barrera se desmoronaba, Drex sintió un cambio en el aire. Algo oscuro y poderoso emanaba desde el centro del complejo. Sabía que los hermanos Judgairmon habían comenzado el ritual con la Killa Rawa.
Auxplex, que estaba a su lado, frunció el ceño.
—El ritual está en marcha—, dijo con gravedad—. Podemos sentir las energías arcanas fluyendo hacia el centro. Debemos avanzar rápido antes de que completen su trabajo.
Drex asintió y dio la orden a los otros equipos para que avanzaran hacia el siguiente anillo de defensa. Sabía que el tiempo era esencial. Si los hermanos Judgairmon lograban activar el Killa Rawa por completo, todo estaría perdido.
La Segunda Barrera
El segundo anillo de defensa estaba mejor protegido que el primero. A medida que los guerreros de Oricalco avanzaban, comenzaron a encontrar una resistencia mucho más feroz. Los Vampiros Sanguijuela se lanzaron en oleadas, atacando con una ferocidad que superaba a la de los primeros. Su número parecía interminable, y cada uno de ellos estaba impulsado por una sed insaciable de sangre y destrucción.
Selene, que lideraba el segundo escuadrón, organizó a sus guerreros en una formación defensiva, usando sus habilidades tácticas para mantener a raya a los enemigos. Usó sus dagas envenenadas con una precisión mortal, eliminando a los vampiros uno por uno, pero sabía que necesitaban moverse más rápido.
Lucius, aprovechando su fuerza bruta, se lanzó contra los enemigos con su maza de guerra, aplastando cráneos y rompiendo huesos con cada golpe. Su presencia en el campo de batalla era como la de un titán, imparable y aterrador.
Marius, siempre en la sombra, utilizó sus habilidades de infiltración para desactivar trampas y sabotear las defensas enemigas desde dentro. Sus cuchillos silenciaban a cualquier enemigo que intentara acercarse a sus compañeros por la retaguardia, manteniendo el camino libre para que Selene y Lucius pudieran avanzar.
En el centro de la segunda barrera, un Ursarii estaba conjurando la magia que mantenía la protección. Este ser gigantesco, una mezcla de hombre y oso, emanaba una energía oscura que reforzaba la barrera. Su poder era tal que incluso los hechizos de los guerreros de Oricalco tenían dificultades para atravesarlo.
—Tiranus—, llamó Drex—. Necesitamos tu fuego aquí.
Tiranus, que había estado ocupado manteniendo a raya a un grupo de Nigromantes, se volvió hacia el Ursarii. Su mirada se endureció mientras levantaba una mano, invocando su poder piroquinético. Una llama pura y azul comenzó a formarse en su palma, creciendo en intensidad hasta que se convirtió en una bola de fuego que podría haber derretido la piedra.
—¡Atrás!—, ordenó Tiranus, y lanzó la bola de fuego directamente hacia el Ursarii.
El impacto fue devastador. El Ursarii, atrapado en la explosión, rugió de dolor mientras su piel y pelaje se carbonizaban bajo el calor intenso. Sin embargo, su resistencia era formidable, y aunque herido, se lanzó hacia Tiranus con una furia renovada.
Fue entonces cuando Diana intervino, utilizando su velocidad para golpear al Ursarii en sus puntos más vulnerables. Con una serie de cortes precisos y rápidos, logró desviar su atención de Tiranus, permitiendo que este lanzara un segundo ataque piroquinético. El fuego envolvió al Ursarii por completo, consumiéndolo hasta que solo quedaron cenizas.
La segunda barrera comenzó a desestabilizarse, pero al igual que antes, no se rompió por completo hasta que Lucius y Marius localizaron y destruyeron la gema de alma oculta. Con un golpe brutal de su maza, Lucius redujo la gema a polvo, y la barrera se desintegró, dejando el camino libre hacia el centro del complejo.
El Final Comienza
Con las dos primeras barreras caídas, Drex y sus compañeros sabían que el final estaba cerca. Pero también sabían que lo peor aún estaba por venir. La tercera barrera, la última línea de defensa, sería la más difícil de romper. Los hermanos Judgairmon habían reunido a sus fuerzas más poderosas allí, y la Killa Rawa ya estaba activada.
El grupo avanzó con cautela, sabiendo que cada paso los acercaba a la confrontación final. Podían sentir el poder de la Killa Rawa, una energía antigua y peligrosa que vibraba en el aire, distorsionando la realidad misma.
Drex, sintiendo el peso de lo que estaba por suceder, miró a sus compañeros, sus amigos.
—Lo hemos hecho bien hasta ahora—, dijo, su voz firme—. Pero esto es solo el principio. Lo que nos espera será la batalla más difícil que hemos enfrentado. Debemos estar preparados para cualquier cosa.
Auxplex, siempre sabio, asintió.
—Los espíritus están con nosotros—, dijo—. Pero debemos actuar con rapidez. El tiempo es esencial. Si los Judgairmon completan su ritual, todo lo que hemos hecho habrá sido en vano.
Tiranus, con su determinación inquebrantable, se acercó a Drex y le puso una mano en el hombro.
—Hemos llegado hasta aquí juntos—, dijo—. Y terminaremos esto juntos. No importa lo que pase.
Diana, a su lado, simplemente asintió, su mirada fija en el camino que se abría ante ellos.
—Estoy lista—, dijo, con una convicción que no dejaba lugar a dudas.
Drex miró a sus amigos, sintiendo una oleada de orgullo y determinación. Sabía que no había mejor grupo con el que enfrentarse a este desafío final.
Con la tercera barrera en su horizonte, y la oscuridad de la noche envolviéndolos, el grupo dio sus primeros pasos hacia el desenlace final. La batalla por Pisac, por la Killa Rawa, y por el destino de todo lo que conocían, estaba a punto de comenzar.
Gracias por acompañarnos en este viaje al terror. ¡Nos vemos en el próximo episodio!”
¿Te gustaría disfrutar de este contenido en formato de AUDIO LIBRO GRATIS? Aprovecha!!
Recuerda que siempre puedes volver a consultar nuestros libros en formato de AUDIO LIBRO GRATIS en nuestro canal de Youtube. NO OLVIDES SUSCRIBIRTE
Recibe un correo electrónico cada vez que tengamos un nuevo libro o Audiolibro para tí.
You have successfully joined our subscriber list.
Disfruta GRATIS de los mejores libros para Leer o Escuchar sobre Esoterismo, Magia, Ocultismo.
Disfruta GRATIS de los mejores libros para Leer o Escuchar para los pequeños grandes del mañana.
Disfruta de la historia de Terror más oscura y MARAVILLOSA que está cautivando al mundo.
Retira en Nequi, Daviplata, Tarjetas Netflix, Bitcoin, Tarjeta Visa Prepagada, ETC.