Creepypasta Sombras en la Oscuridad

El Cazador de Almas Perdidas – Creepypasta 10

Sombras en la Oscuridad

Un Viaje hacia la Clarividencia

Después de su tensa reunión con el Regente de los Hombres Lobo en Colombia y la inquietante conversación con Vambertoken, Drex Holcux sabía que necesitaba más información antes de adentrarse en la siguiente cacería. Con pocas pistas y un enemigo en las sombras, decidió que era hora de visitar a María González, la hermana que poseía el don de la clarividencia. Si alguien podía darle alguna pista adicional, sería ella.

El viaje hacia la casa de María y Tatiana, ubicada en un tranquilo barrio de Bogotá, fue relativamente corto. Al llegar, Drex notó que la luz de la casa estaba encendida, lo que significaba que al menos una de las hermanas estaba en casa. Al acercarse a la puerta, notó una atmósfera más calmada que la última vez que las había visto, pero aún así, podía sentir una tensión latente en el aire.

Tocó la puerta, y fue Tatiana quien abrió. La gemela, que normalmente lo recibía con comentarios sarcásticos, esta vez lo miró con una mezcla de curiosidad y alivio. Sus burlas, aunque presentes, eran más contenidas.

—Mira quién ha decidido visitarnos —dijo Tatiana con un tono irónico, pero menos mordaz de lo habitual—. ¿Vas a quedarte para la cena o solo vienes a buscar información?

Drex sonrió ligeramente, acostumbrado a la actitud de Tatiana.

—Vine a ver cómo están ustedes dos —respondió—. Y sí, también a buscar respuestas.

Tatiana se hizo a un lado para dejarlo pasar. Dentro, María estaba sentada en la sala de estar, rodeada de velas y con una expresión tranquila en su rostro. Al ver a Drex, una suave sonrisa apareció en sus labios.

—Drex, es un placer verte de nuevo —dijo María—. Sabía que vendrías.

Drex se acercó y tomó asiento, sintiendo una calma momentánea en la presencia de María. Sin embargo, sabía que no tenía tiempo para perder.

Conversaciones y Visiones

Mientras se sentaban, Drex comenzó a explicar lo que había descubierto hasta ahora, desde la caza del licántropo devorado hasta su encuentro con el Regente. Tatiana escuchaba atentamente, aunque sus ojos a menudo se desviaban hacia su hermana, como si buscara asegurarse de que María estuviera bien.

—Necesito saber más —dijo Drex finalmente—. Hay demasiadas piezas sueltas en este rompecabezas, y no quiero arriesgarme sin tener toda la información.

Tatiana, que hasta ahora había estado relativamente callada, se cruzó de brazos y lo miró fijamente.

—Habla con nosotras, pero con la condición de que lo que digas no salga de esta casa —dijo, con una seriedad inusitada—. Ni una palabra a Oricalco, lo prometo.

Drex asintió. Sabía que Tatiana no hacía promesas a la ligera.

—Acepto. Entonces, esto es lo que tengo…

Drex relató con detalle lo ocurrido, incluyendo la nota membretada que había encontrado. Cuando terminó, María, que había permanecido en silencio, cerró los ojos y tomó una respiración profunda.

—He tenido una visión, Drex —dijo María suavemente, sus ojos aún cerrados—. En ella, vi a la sacerdotisa que escapó en Caacupé. Estaba junto al licántropo devorado que cazaste en Perú. Se conocían… y no era por casualidad. Hay algo más que los conecta, algo que no he podido ver claramente, pero sé que esto es solo el comienzo.

Drex frunció el ceño, procesando lo que María acababa de decir. Si la sacerdotisa y el licántropo estaban conectados, eso significaba que esta trama era más complicada de lo que había imaginado.

—¿Algo más? —preguntó Drex, esperando alguna pista adicional.

Antes de que María pudiera responder, su teléfono vibró. Era Vambertoken. Drex hizo un gesto para disculparse y se levantó para tomar la llamada.

La Revelación de Vambertoken

—¿Qué tienes para mí? —preguntó Drex en cuanto respondió.

—Holcux, el Consejo Vampírico de Latinoamérica no tiene conocimiento oficial de lo que está ocurriendo —dijo Vambertoken, su tono tenso—. Esto plantea dos posibilidades: o el Ministerio Vampírico de Colombia está ocultando información al Consejo, o estamos ante una facción separatista dentro del Ministerio.

Drex sintió un nudo formarse en su estómago. La situación se estaba complicando rápidamente.

—¿Alguna orden para mí? —preguntó Drex, siempre práctico.

—Mantente en la sombra por ahora, pero sigue recolectando información. Esto podría ser más grande de lo que pensamos. Nos vemos en la próxima reunión.

Drex colgó, procesando las nuevas revelaciones. Si el Ministerio estaba involucrado, entonces estaba enfrentándose a algo que podría tener repercusiones a nivel continental.

Un Nuevo Plan

Tatiana, que había escuchado parte de la conversación, se levantó y se acercó a Drex.

—Voy a la oficina de Oricalco —dijo, su tono decidido—. Necesito revisar el informe del licántropo devorado que cazaste. Tal vez encontremos algo más que nos haya pasado desapercibido.